martes, junio 27, 2006

Viaje en Globo

Definitivamente no fue la vuelta al mundo, bueno para ser exactos no dió ni un cuarto de vuelta. Sostenido por cuerdas para evitar su desplazamiento, el gran globo sólo se elevó lo suficiente para que los automóviles y las casas se vieran pequeñitas; "¡mira parecen de juguete, la ciudad se ve como una maqueta!" gritó la poblana. Para mi sólo se elevó lo suficiente... pero ¿cuánto es lo suficiente y quién determina eso? María Luisa llevaba dos semanas pidiéndome subir al globo que descubrimos un día que ibamos a toda prisa rumbo a la Embajada de México, como es su costumbre, empezó a hacer preguntas al respecto. Se le iluminó la cara al descubrir que el aire caliente es el que eleva los globos de Cantoya, se moría de curiosidad de sentir elevarse "como los pájaros" y ver las cosas desde otra perspectiva.

Entre el dolor de mi codo por el precio del boleto y mi nula pasión por las alturas, mi mente buscaba cualquier pretexto para evadir el compromiso, pero finalmente la poblana se lo había ganado. Semanas atrás me habían llamado para asistir a una junta en la Embajada de México y como no tengo niñera, tuve que cargar con mi chamaca. Le pedí silencio absoluto y que terminara su tarea de mandarín, "yo vengo a trabajar" le dije muy seriamente "vas a estar en otra salita y sólo puedes jugar cuando acabes tu trabajo y muuuy calladita ¿ok?" Como bien saben el puro silencio es suficiente sacrificio para mi crío.

Si supiera la pobre que fue más chacoteo y chisme que trabajo lo que hicimos en esa reunión, pero esa es la maravilla de ser padre de un infante, ellos confían y están en nuestras manos, viven el momento y al cien por ciento, cuestionan el mundo pero con más curiosidad y espíritu de aventura que el que conlleva el escepticismo del cuestionamiento adulto. Cuánto aprendí de este viaje en globo, ya sabía que el aire caliente tiende a subir y que en la distancia los objetos se perciben más pequeños de lo que son en realidad, pero recordé aquella curiosidad que te carcome, ¿qué hay allá, donde yo no alcanzo a ver, qué se siente subir a donde están los pájaros, cómo es este mundo que yo vivo visto desde arriba?

Aprendí, tal y como lo menciona el anuncio de la visa mastercard, que los 28 dólares del mentado boleto valen la pena si con tal experiencia se continúa alimentando esa curiosidad que hace de los hombres sabios, investigadores, cientificos, creadores. Y que sigue valiendo la pena si tener esa sensación de ver el mundo "como los pájaros" te hace feliz. Siempre he pensado que el fin último de la educación es lograr la independencia del educando, pero ahora agregaría la felicidad, sólo se vive una vez al menos en este cuerpo y en esta circunstancia así que... espero que éstas imágenes les hagan ver el mundo "como los pájaros" aunque sea por un instante.
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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ver cómo se les ilumina la carita bien vale la pena chutarse los 20 capítulos de Teletubies, Barney y ahorrar para que vean en vivo a Mickey. Se les extraña mucho. Un abrazo a los tres.

jimmy

Anónimo dijo...

Que bonita experiencia, sobre todo para la chiquis que se ve preciosa.

Me llevo 2 fotos de Misha a Tampico, la del kimono y la del water play para presumirla allá.

Besos para los trea

Bulo

Anónimo dijo...

Como dice el dicho, lo bailado nadie te lo quita, y saciaste la curiosidad de Ma.Luisa. Asi aue, valio la pena, aunque tu estuvieras rezàndole a todos los santos, o no?

Besos, Bula Tere

Anónimo dijo...

Como dice el dicho, lo bailado nadie te lo quita, y saciaste la curiosidad de Ma.Luisa. Asi que, valió la pena, aunque tu estuvieras rezàndole a todos los santos, o no?

Besos, Bula Tere

Anónimo dijo...

Se me olvidó, se ve divis con su flor.

Bula orgullosa.

Danielle dijo...

Se ve preciosa!!!!!!!!!!!!!!!!