Desde muy temprana edad escuchamos a nuestro alrededor hablar del equilibrio: La dieta balanceada, el balance entre la diversión y el trabajo, tu pareja y tu individualidad, etc. Encontrar el balance en nuestras vidas es una búsqueda constante con muchos caminos a seguir.
En busca del equilibrio entre mi familia, mi individualidad, mi mente y mi cuerpo; decidí asistir a clases de yoga. Llegué muy puntual y decidida. Todos los alumnos tomaron su tapete, se ubicaron y empezaron a estirar brazos y piernas a manera de calentamiento. Yo sólo esperaba y mientras lo hacía me seguía preguntando si algún día podría llegar a ser tan delgada como las orientales. Yo sé que no estoy en mi mejor forma pero tampoco pensaba que era talla XXL, así que mis deseos de equilibrar mi cuerpo incrementaron en ese momento.
Por fin entró el maestro, mucho más alto y musculoso que el promedio de los singapurenses. Iniciamos la clase con calentamiento y estiramiento, el objetivo es siempre "encontrar el balance", yo trataba de seguir todos los pasos: flexionar rodillas, tobillo derecho en rodilla izquierda, extender brazos y encontar el equilibrio. Temblando pero lo logré, después siguió el "prayer" y de verdad que recé por mantenerme en pie, pero supongo que lo hice con el Dios equivocado porque cuando llegó la hora de separar piernas, flexionar rodillas, girar a la izquierda, levantar pierna derecha, inclinarse y extender brazos al frente, aunque pude seguir las instrucciones con dificultad, justo después del mantengan la posición ¡sácatelas! azotó la res. No me pude poner roja de la pena porque ya estaba morada del esfuerzo, así que ecuanimamente me paré, me limpié el sudor y traté de seguir al grupo.
Admiro a los padres, psicólogos, maestros de yoga (je,je) y médicos, que mirándote a los ojos y con voz tranquilizante te dicen: sólo trata de encontrar el balance, ¿sólo? detesto esa palabra, so-la-men-te, da la idea de que es algo sencillo, sin complicaciones, que simplemente caminas hacia el objetivo, lo alcanzas y ¡listo!. Pero NO, es una palabra engañosa... en fin ahí cuando halle al tal balance les platicaré.