domingo, marzo 05, 2006

La Torre de Babel (o el arte de ser madre)


Subiendo los 163 mts del Bukit Timah Hill y sudando unas más que otras, nosotras, las madres, construíamos una parte de la Torre que serán nuestros hijos. Yo creo que en la esencia humana esta tarea va un poco más allá del preservar la especie, pues aunque suene sencillo el sólo querer continuar una cultura conlleva tantas complicaciones como el pretender generar una nueva ideología. Los chinos, por ejemplo, comen con la boca abierta, los indios usan las manos, las mamás francesas no llaman la atención a sus hijos en público, etc.; así que entre tan diverso concepto de educación y buenas maneras los niños simplemente eran como son cotidianamente con sus compañeros, yo sólo observaba el resultado de mis 5 años de experimentación. A fin de cuentas todos somos el resultado de un experimento cuyos resultados dependieron algunas veces del azar y otras de hipótesis bien planteadas y desarrolladas.

En los 45 minutos de caminata al Bukit Timah Hill, mis oidos sólo reconocían una que otra palabra de los llamados de las madres a sus hijos, pero el tercer ojo para los orientales o el sexto sentido para los occidentales, me permitía descifrar en los gestos y llamados de las mamás oraciones como ten cuidado, no corras, camina por la orilla, etc. Creo que muy pocas pusimos atención a la naturaleza, a las plantas o a los sonidos de la reserva natural, nuestro objeto de estudio eran los hijos; cómo socializan, quién es el famoso, la pegalona, etc. Las barreras del idioma siguen siendo grandes a pesar del siglo XXI y el inglés; creo que nunca sabré realmente qué tanto percibí de lo que hablamos, pues entre el inglés británico y el acento de cada lengua materna aquello parecía una verdadera Torre de Babel.
Para los niños las cosas son un poco diferentes, no sé si su comunicación es más efectiva o no, pero se divierten más que los adultos y no sólo recurren al lenguaje oral para expresar sus ideas y sentimientos.
Toda buena madre reconoce el momento para tomar la foto del recuerdo.
Una botana para el regreso (¿será muy mexicana la costumbre?).
María Luisa asiste a una verdadera escuela internacional, éstos son sus compañeros y su nacionalidad:
Mateuzs y Luckacz -polacos
Tom- belga
Karina- japonesa
Eefje- holandesa
Thais- francesa
Maykala- francesa y burmesa
Jacob- gringo y singapurense
Ingrid- australiana
Ellen- australiana
Amy- thailandesa
Juliet- inglesa

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesantes conceptos los tuyos sobre la maternidad. La Pitus de ve preciosa y tu te luciste con las trensas que le hiciste.
Muchos besos de Bulo.

Anónimo dijo...

Sorry...... (trenZas).
Bulo